Una de las civilizaciones más antiguas es la hebrea, la cual se registra incluso en la Biblia, uno de los libros más antiguos del mundo. Este pueblo pasó de ser unos cientos a unos cuantos miles en relativamente poco tiempo. Se ha comprobado que esta civilización ya existía en el tercer milenio antes de Cristo.
La civilización hebrea se asentó por mucho tiempo en Palestina, una región que hoy en día se conoce como Israel, pero que en la antigüedad se le llamaba Canaán. Este territorio se ubica en la parte sur de Asia Menor, específicamente al sur de Siria. Al norte tenía a Fenicia y por el sur se encontraba con el desierto de Sinaí, por el este se sitúa el desierto de Arabia y en el oeste, el mar Mediterráneo
El territorio de Israel a tiene una extensión territorial de 25.000 km2 y por el medio lo atraviesa el río Jordán desde el norte hasta el sur. Este enorme río tiene su origen en el monte Hermón y desemboca en el mar Muerto, en el cual no se registra ningún ser vivo. Esta es la zona donde se establecieron los hebreos.
Organización política de la Civilización hebrea
La organización política de los hebreos se describe de la siguiente manera:
- Patriarcas: estos representaban a los ancianos o más bien gobernantes de esta cultura, los cuales eran elegidos por su sabiduría y gran experiencia. El primero de ellos fue Abrahán, quien nació en una ciudad de Mesopotamia llamada Ur. Más tarde, dejó su tierra junto con su familia y se puso de camino a otra ciudad.
- Jueces: estos eran considerados los hombres más sabios y expertos que guiaban al pueblo. Se nombraron después de que los hebreos dejaran de ser nómadas y se asentaran en Palestina. Luego de dividirse en 12 tribus, tuvieron que luchar contra otras naciones para tomar la tierra que llegaron a ocupar.
- Reyes: con el tiempo los hebreos establecieron reyes que los gobernaban de forma unida como nación. Llegaron a tener enemigos como los filisteos y algunas otras naciones vecinas. David, Saúl y Salomón fueron algunos de los más conocidos.
Organización social de los hebreos
A pesar de que inicialmente no conformaban un estado como tal, eran dirigidos por jueces y caudillos a quienes respetaban como sus jefes. Moisés fue uno de los más conocidos, quien también fue profeta. Este tenía toda la autoridad al principio.
Las 12 tribus conformaban el pueblo hebreo, o de Israel como también se le conoció. Luego del gobierno de Salomón se produjo una separación en las tribus hebreas y quedaron divididas en dos grupos:
Dos tribus que conformaban el reino de Judá, con Jerusalén como su capital y diez tribus que conformaron el reino de Israel, con Samaria como su capital.
Economía de los hebreos
La economía de los hebreos fue cambiando con el paso del tiempo. Siendo nómadas, se dedicaban al pastoreo, pero luego de que se asentaran en Canaán, se convirtieron en buenos agricultores, lo cual les dio más prosperidad económica como nación, con lo que podían permitirse esclavos y servidumbre.
En cuanto a la agricultura y la ganadería, los hebreos se destacaron por cultivar uvas, trigo, olivo, cebada e higos. Y en sus inicios se destacaron por pastorear ovejas, asnos, cabras y bueyes. Por otro lado, los hebreos celebraban el año sabático cada siete años, en el cual se dejaban descansar los campos y no se cosechaba a fin de que los pobres pudieran hacerlo y beneficiarse de lo que produjera la tierra. Además, el año del jubileo también era una costumbre hebrea, la cual se realizaba cada cincuenta años y se dejaba los campos en reposo, pero al mismo tiempo se regresaban los campos a su dueño original y los esclavos eran liberados.
Posteriormente, los hebreos aprendieron el arte del comercio con naciones vecinas, especialmente durante el reinado de Salomón. Por mar se comunicaban con los pueblos ubicados alrededor del Mar Rojo y en el Mediterráneo oriental. Sus cultivos los intercambiaban con los fenicios por madera y otros productos. De regiones de África comerciaban piedras preciosas, oro y maderas. De Arabia traían el incienso y las especias. Finalmente, establecieron relaciones comerciales con la ciudad fenicia de Tiro.
Religión de los hebreos
Los hebreos se caracterizaron por ser monoteístas, adoradores de un solo Dios llamado Yahvé o Jehová, nombre que significa “El que hace que llegue a ser”. Con su Dios realizaron pactos o alianzas que implicaban beneficios y protección, pero que exigía cierta conducta de parte de ellos. Por ejemplo, la primera fue con el patriarca Abrahán. Con este primer pacto el pueblo se comprometía a mostrar fidelidad y obediencia a su dios. Se selló el pacto con la circuncisión de todo varón que quería ser parte del pueblo. El segundo pacto se realizó entre Jehová y Moisés mientras el pueblo estaba acampando en los pies del monte Sinaí, donde se utilizó como sello un cordero.
Otra de las características de la religión hebrea era que creían fielmente en la llegada de un escogido, llamado el Mesías y tenía el papel de llegar a ser rey de este pueblo. Finalmente, este escogido o Mesías llegó a ser Jesús. Otra de las características es que se considera que Jehová tiene derechos sobre este pueblo por ser el creador de todas las cosas, quien además establece leyes, limitaciones y prohibiciones.
Finalmente, Jehová dictó los diez mandamientos a través de Moisés y lo dio al pueblo. En estos mandamientos se prohíbe matar, mentir, adorar a otros dioses, fornicar, jurar en falso, deshonrar a los padres, idolatrar, dejar de observar el sábado, codiciar bienes de otros, robar.
Aportes de los hebreos
Los principales aportes de los hebreos han sido religiosos, los cuales siguen utilizándose en nuestros días. Entre ellos:
- El Monoteísmo: los hebreos se caracterizaron por adorar a un único dios, llamado Jehová, quien fue el que creó todas las cosas. El primer caudillo de Israel, Moisés, se encargó de promover firmemente la adoración exclusiva a Jehová por mucho tiempo.
- La Biblia: es un libro sagrado que está compuesto por 66 libros y cartas. Se divide en Antiguo Testamento y Nuevo Testamento, y se considera el libro más completo de toda la historia por su variedad de contenido y también la veracidad de sus palabras.
- El Decálogo: este está conformado por los diez mandamientos o la Ley Mosaica, llamada así por ser entregada al propio Moisés en el monte Sinaí.
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