martes, 21 de febrero de 2023

La Revolución Hispanoamericana

La Revolución Hispanoamericana fue el resultado de una serie de movimientos que tuvo lugar en las colonias españolas y portuguesas en América, entre los años 1808 y 1826, como consecuencia de guerras establecidas en el antiguo continente y su repercusión en las colonias.

Lo que precipitó la Revolución Hispanoamérica fue el descontento ante la presión económica impuestos por los Borbones. En las colonias se gestaron movimientos intelectuales de criollos que querían intervenir en el gobierno.

Como resultado de la Revolución Hispanoamericana, el dominio de la monarquía española sobre las colonias se disolvió y nacieron los estados americanos libres e independientes.


Algunos referentes de la lucha por la independencia de las colonias fueron el General José de San Martín y Simón Bolívar.


Causas internas y externas de la Revolución Hispanoamericana


La Revolución Hispanoamericana no fue un suceso repentino. Mientras las grandes potencias imperialistas como España, Francia e Inglaterra luchaban por consolidar su poderío militar en las colonias y asegurarse el control del comercio marítimo, en América algunos intelectuales criollos querían más control del gobierno.


Causas externas


En 1808 los reyes de España son destituidos del trono por Napoleón Bonaparte, quien nombra rey a su hermano, José. Esta situación, un monarca extranjero en la corona y España invadida por las tropas napoleónicas, se traslada a las colonias en América, produciendo incertidumbre y descontento.


Además, la mayoría de los criollos estaban descontentos por los impuestos que la corona imponía a las colonias para solventar la guerra en el antiguo continente.


A pesar de que las noticias desde Europa llegaban con retraso a las colonias, las ideas de la separación empezaron a ser tomadas por los movimientos separatistas, quienes tuvieron acceso a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.


Causas internas

Los criollos estaban descontentos por la discriminación que recibían por parte de los españoles, quienes no los consideraban sus iguales.


Los sectores altos de la sociedad criolla creían que podían pertenecer al gobierno y tomar decisiones al igual que los españoles, ya que contaban con riquezas y alcurnia.

Además, no podían comercializar sus productos en forma independiente, solo podían venderle a España, quien pagaba precios muy bajos en comparación con otros imperios.


La independencia de las colonias hispanoamericanas


Mientras en España intentaban frenar el avance de Napoleón y volver al trono al rey legítimo, en América se imponían juntas para decidir el futuro de las colonias. Se trataban de organismos nuevos, con la participación de criollos, que finalmente pidieron las renuncias de los virreyes.


Después de algunos enfrentamientos, finalmente Venezuela declaró la independencia en 1811 y en 1816 se independizaron las colonias del Río de la Plata.


Se desarrollaron importantes campañas militares. El general José de San Martín dirigió su ejército desde el Río de la Plata hacia el norte, pasando por Chile, mientras que Simón Bolívar lo hacía desde Venezuela hacia el sur, para eliminar los ejércitos españoles en Perú.


Finalmente, el rey español Fernando VII solo pudo mantener el control sobre las colonias de Puerto Rico y Cuba.


Formación de juntas hispanoamericanas


Tras la llegada de Napoleón a España y obligar a Carlos IV y Fernando VII abdicar (abdicaciones de Bayona), se formaron juntas en cada Virreinato del Imperio español, para la formación gobiernos autónomos. 

La Independencia de Haití

 

pintura de la Proclamación de la Independencia de Haití por Jean-Jacques Dessalines

Proclamación de la Independencia de Haití por Jean-Jacques Dessalines, el 1 de enero de 1804. Pintura mural anónima en Puerto Príncipe.a Independencia de Haití fue un proceso revolucionario que permitió liberar a la colonia caribeña de Saint-Domingue de la dominación francesa, en 1804.

Desde el siglo XVII la actual Haití era una colonia francesa que producía azúcar en plantaciones trabajadas por mano de obra esclava. Tras una sangrienta revuelta de esclavos que se inició en 1791, Haití proclamó su independencia el 1 de enero de 1804. De esta manera, pasó a ser el primer Estado independiente de América Latina y la segunda república más antigua del continente americano, después de los Estados Unidos.

Contexto histórico

Antes de la llegada de los europeos a América, el territorio que hoy comparten Haití y República Dominicana estaba habitado por los taínos, que llamaba Ayiti a su isla. Cristóbal Colón llegó a ese lugar en 1492 y lo bautizó con el nombre de La Española.

Aunque inicialmente el hallazgo de yacimientos de oro entusiasmó a los colonizadores españoles, el descubrimiento de enormes riquezas en lo que hoy son México y Perú hizo que el interés por La Española decayera.

Durante el siglo XVII, ingleses, franceses y holandeses se disputaron el dominio de la isla hasta que los franceses ocuparon la parte occidental y la llamaron Saint-Domingue. En 1697, España cedió formalmente ese territorio a Francia, a través del Tratado de Ryswick, que puso fin a la Guerra de los Nueve Años.

Los franceses convirtieron a Saint-Domingue en una de las colonias más lucrativas del Caribe. Para 1789, el 75% de la producción mundial de azúcar provenía de Saint-Domingue, que exportaba además tabaco, café, algodón y cacao.

Esos productos se obtenían en plantaciones que pertenecían a terratenientes franceses y eran trabajadas por grandes cantidades de esclavos traídos desde África. Las condiciones de trabajo y vida de los esclavos estaban reguladas por el Código Negro, un decreto promulgado por el rey Luis XIV en 1685.

Etapas de la guerra por la Independencia

El proceso revolucionario se inició en 1791 y los historiadores suelen dividirlo en cuatro fases o etapas:

  • Primera etapa (1791-94): se inició el 22 de agosto de 1791, cuando un sacerdote vudú llamado Boukman lideró a cientos de esclavos rebeldes, que destruyeron las plantaciones ubicadas en la zona de Cabo Haitiano, al norte de Puerto Príncipe. Fue el principio de una guerra de clases, que solo se apaciguó luego de que los jacobinos decretaran la abolición de la esclavitud, el 4 de febrero de 1794.
  • Segunda etapa (1794-98): a partir de 1794, España y Gran Bretaña, que luchaban contra la Francia revolucionaria, invadieron la isla. Negros y mulatos, liderados por Toussaint Louverture, lucharon junto a los franceses, derrotando a los españoles en 1795 y a los británicos en 1798.
  • Tercera etapa (1799-1801): en 1799, el Directorio francés envió un comisionado que intentó generar discordia entre negros y mulatos y restablecer la esclavitud. Pero ese intento fue desarticulad por Louverture, que sometió a los mulatos y obligó a las tropas francesas a abandonar la isla. El 7 de julio de 1801, una asamblea local sancionó una constitución que abolió la esclavitud, concedió plena autonomía a Haití y nombró a Louverture gobernador vitalicio.
  • Cuarta etapa (1802-1804)Napoleón Bonaparte desconoció la constitución haitiana y envió una fuerza expedicionaria que restauró la dominación francesa y arrestó a Louverture, que fue enviado a Francia, donde murió en 1803. Un decreto de Napoleón restableció la esclavitud, lo que provocó la rebelión de los mulatos, encabezados por Alexandre Pétion, y los negros, liderados por Jean-Jacques Dessalines. Al mismo tiempo se inició una epidemia de fiebre amarilla, que mató a gran cantidad de militares franceses.

Proclamación de la Independencia

En 1803 Gran Bretaña reanudó la guerra contra Francia y ayudó a los rebeldes haitianos, que el 18 de noviembre de ese año derrotaron completamente a los franceses en la batalla de Vertières. Las fuerzas napoleónicas evacuaron la parte occidental de la isla, aunque mantuvieron el control sobre la parte oriental hasta 1808.

El 1 de enero de 1804, Haití declaró formalmente su independencia y Dessalines se convirtió en su primer gobernante, inicialmente como gobernador general vitalicio, y nueve meses más tarde como emperador.


Causas y consecuencias de la Independencia de Haití

Causas

Entre las causas de la Independencia de Haití, se pueden destacar:

  • La crueldad con la que los propietarios de las plantaciones trataban a los esclavos negros, que eran sometidos a golpes, latigazos, torturas y mutilaciones de todo tipo.
  • La discriminación que padecían los mulatos, a quiénes se prohibía adquirir tierras.
  • La influencia de las ideas proclamadas por la Revolución francesa, en especial las de libertad e igualdad.
  • La decisión de Napoleón Bonaparte de restaurar la esclavitud, que había sido abolida por la Convención.
  • La ayuda proporcionada por Gran Bretaña a los revolucionarios haitianos, que impidió a los franceses proveer de municiones y suministros a las fuerzas de ocupación.

Consecuencias

La Independencia de Haití provocó consecuencias políticas, sociales y económicas, entre ellas las que se destacan a continuación:

  • La disolución del vínculo colonial y la expulsión de las tropas de ocupación francesas.
  • La instauración de una república negra, la primera del mundo, que tras nueve meses de existencia fue suprimida y reemplazada por el Primer Imperio de Haití, que fue abolido en 1806.
  • La matanza de unos 5.000 franceses entre febrero y abril de 1804, en lo que se conoce como la Masacre de Haití.
  • El éxodo de terratenientes franceses a la zona oriental de la isla de Cuba, que también producía azúcar.
  • La abolición de la esclavitud y la supresión de los títulos de nobleza.
  • La destrucción de la mayoría de las plantaciones y de la infraestructura del país.
  • La muerte de más de 200.000 africanos y afro descendientes, lo que redujo la mano de obra de unos 400.000 a unos 175.000 en condiciones de trabajar para reconstruir el país.
  • La militarización de la sociedad, como consecuencia de trece años continuos de lucha, y el reclutamiento constante de hombres para conformar los ejércitos independentistas.
  • El aislamiento internacional de Haití, cuya independencia no fue reconocida por ningún Estado del mundo.
  • La reticencia de muchos criollos del área del Caribe a apoyar una revolución independentista por temor a que derivara en una revolución social que terminara en una matanza de blancos.
  • El pago de una millonaria indemnización a Francia a cambio de reconocimiento diplomático. Para pagar la primera cuota de esa indemnización, en 1825, el gobierno haitiano solicitó un préstamo a un banco francés.

Protagonistas de la Independencia de Haití

Entre los protagonistas más destacados de la Independencia de Haití, se encuentran:

  • François Dominique Toussaint-Louverture (1743-1803): político y militar haitiano, el más importante de los dirigentes revolucionarios. Los franceses lo llamaban «el Napoleón negro». Murió en una prisión francesa, en 1803.
  • Jean-Jacques Dessalines (1758-1806): líder de la Revolución haitiana que proclamó la independencia del país el 1 de enero de 1804 y se convirtió en su primer gobernante. Fue asesinado en 1806 durante una conspiración encabezada por Pétion y Christophe.
  • Henri Christophe (1767-1820): esclavo africano que participó en las luchas por la independencia. En 1806 se autoproclamó rey de la mitad septentrional del país, que llamó Reino de Haití, que perduró hasta 1820.
  • Alexandre Sabès Pétion (1770-1818): militar y político haitiano que combatió durante las últimas fases de la revolución haitiana y fue el primer presidente de la República de Haití, entre 1806 y 1818. Dio asilo y proporcionó ayuda a Simón Bolívar luego de la reconquista española de Venezuela, en 1814.
  • Jean-Pierre Boyer (1776-1850): fue el segundo presidente de la República de Haití, que gobernó entre 1818 y 1843. En 1820 venció a las fuerzas de Christophe y reunificó el norte y el sur de Haití.
Bibliografía:
  • Beyhaut, Gustavo y Helene. América Latina: de la independencia a la Segunda Guerra Mundial. México, Siglo XXI. 1995.
  • Casimir, Jean. Haití acuérdate de 1804. México, Siglo XXI Editores. 2007.
  • Lucena Salmoral, Manuel. Breve historia de Latinoamérica. Desde la independencia de Haití (1804) a los caminos de la socialdemocracia. Madrid, Cátedra. 2007.

Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano

Después de la Revolución Francesa en 1789, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano otorgó libertades especificas contra la opresión, como
Después de la Revolución Francesa en 1789, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano otorgó libertades especificas contra la opresión, como "una expresión de la voluntad general”.

En 1789, el pueblo de Francia causó la abolición de una monarquía absoluta y creó la plataforma para el establecimiento de la primera República Francesa. Sólo seis semanas después del ataque súbito a la Bastilla, y apenas tres semanas después de la abolición del feudalismo, la Asamblea Nacional Constituyente adoptó la Declaración de los Derechos del Hombre y de los Ciudadanos (en francés: La Déclaration des Droits de l’Homme et du Citoyen) como el primer paso para escribir la constitución de la Republica de Francia.

La Declaración proclama que a todos los ciudadanos se les deben garantizar los derechos de “libertad de propiedad, seguridad y resistencia a la opresión”. Argumenta que la necesidad de la ley se deriva del hecho de que “…el ejercicio de los derechos naturales de cada hombre, tiene sólo aquellos límites que aseguran a los demás miembros de la misma sociedad el goce de estos mismos derechos”. Por lo tanto, la Declaración ve a la ley como “una expresión de la voluntad general”, destinada a promocionar esta equidad de derechos y prohibir “sólo acciones dañinas para la sociedad”.

La Revolución Francesa

Se conoce como la Revolución Francesa a un movimiento de corte político y social que ocurrió en el entonces Reino de Francia en el año 1798, que sacudió las bases de la monarquía absolutista de Luis XVI y condujo a la instauración de un gobierno republicano y liberal en su lugar.

Este evento es considerado casi universalmente como el suceso histórico que marcó el inicio de la época contemporánea en Europa y Occidente. La Revolución Francesa y el bonapartismo que vino después conmocionaron al mundo entero y esparcieron por las ideas de la Ilustración Francesa, resumidas en el lema revolucionario de “libertadigualdadfraternidad”.

La Revolución Francesa inició cuando las masas ciudadanas, empobrecidas y sometidas, se opusieron al poder feudal, desobedecieron la autoridad de la monarquía y encendieron la mecha del cambio histórico.

Así, derrocaron el gobierno aristocrático y emprendieron la caótica construcción de una sociedad basada en los derechos fundamentales de todos los seres humanos.

Sin embargo, no todo acabó ese mismo año, sino que duró unos diez años (1789-1799) de cambios violentos y organización popular, durante los cuales se dictaminaron los primeros derechos universales del ser humano, se le arrebató a la Iglesia Católica mucho del poder que detentaba y se redactó la primera constitución republicana de la historia occidental.

Tantos eventos, desde luego, no se dieron sin un margen importante de violencia, tanto por parte de las tropas de la corona, que dispararon al pueblo insurrecto, como por filas revolucionarias que guillotinaron a los reyes y sus edecanes, junto con aquellos ciudadanos leales a la monarquía o a quienes luego hallaron culpables de ser contrarrevolucionarios, durante un período conocido como “El terror” (1792-1794).

Además, la naciente república francesa tuvo que enfrentar la intervención de enemigos foráneos como los ejércitos de Austria y Prusia, que acudieron en defensa de la monarquía, temerosos de que ocurriera algo similar en sus propios países.

La Revolución Francesa tuvo su fin con la toma del poder por parte de Napoleón Bonaparte, un general revolucionario que dio un golpe de Estado para devolver el orden a la convulsa República Francesa, proclamando poco después su propio Imperio y lanzándose a la conquista de Europa.

Características de la Revolución Francesa

Revolución Francesa
La etapa republicana fue anárquica y difícil, con muchos enfrentamientos internos.

La Revolución se llevó a cabo rápidamente, pero los años siguientes fueron de complejas reorganizaciones y enfrentamientos internos entre las distintas facciones revolucionarias que aspiraban al poder. En líneas generales se distinguen tres etapas de la Revolución Francesa:

  • Etapa monárquica (1789-1792). Durante la primera etapa se intentó convivir con la monarquía, poniéndole cotos y limitando su poder, mediante una Asamblea Nacional en la que el pueblo llano tuviera representación.
  • Etapa republicana (1792-1804). El fracaso de la etapa anterior condujo a la abolición de la monarquía e instauración de la República mediante la organización política popular y el debate respecto a cómo gobernar el nuevo modelo. Fue una etapa anárquica y difícil, de muchos enfrentamientos internos.
  • Etapa imperial (1804-1815). El cierre de la Revolución se da con el ascenso de Bonaparte al poder, quien paradójicamente se hizo proclamar emperador y retornó a Francia a un esquema monárquico, aunque moderno.

Causas de la Revolución Francesa

Las causas de la Revolución Francesa fueron:

  • El rigor del absolutismo. El absolutismo daba a los reyes todo el poder político, legal y económico, sin que se les pudiera contradecir en ningún sentido, lo cual les hizo también responsables de los desastres económicos que ocurrieran, fuera o no realmente su responsabilidad.
  • Las desigualdades del régimen feudal. Se estima que de los 23 millones de habitantes de la Francia de la época, apenas 300 mil pertenecían a las clases privilegiadas de la aristocracia o del clero. La gran masa restante era pueblo llano con menores derechos y posibilidades.
  • La miseria y marginación del pueblo llano. Las condiciones de vida del pueblo llano eran paupérrimas: hambre, marginación, enfermedad, trabajo esclavizante y ninguna perspectiva de ascenso social o de mejoría.
  • Las ideas de la Ilustración. Las ideas respecto a la igualdad entre los hombres y la fe en la razón de filósofos y escritores como Voltaire, Rousseau, Diderot o Montesquieu, influyeron enormemente sobre la mentalidad de la época, forjando las aspiraciones a un sistema social más moderno y menos influenciado por la Iglesia y la religión.

Consecuencias de la Revolución Francesa

Revolución Francesa
El lema de libertad, igualdad y fraternidad condujo a la primera ley de derechos humanos.

Las consecuencias de la Revolución Francesa fueron:

  • Fin del orden feudal. Se acabó con la monarquía y con la separación de la sociedad en clases fijas e inamovibles: aristocracia, clero y siervos. Así, renació la república como sistema de gobierno en Occidente.
  • Proclamación primera de los derechos humanos universalesEl lema de libertad, igualdad y fraternidad condujo a la redacción de la primera ley de derechos humanos sin distinción de raza ni credo ni nacimiento.
  • Influencia en las colonias americanas. Las colonias americanas de Europa vieron en la Revolución Francesa un ejemplo a seguir y sus ideales marcaron huella en sus propios procesos de independencia. 
  • Ascenso del bonapartismo. El ascenso de Napoleón Bonaparte y su imperio francés, así como las guerras europeas que le sucedieron, pusieron fin a este período histórico.

La Independencia de los EEUU

 Las Trece colonias británicas (también conocidas como las Trece colonias) fueron el conjunto de las colonias británicas en la costa este del actual territorio estadounidense, fundadas entre el siglo XVII y XVII. Su proclama de independencia en 1776 dio nacimiento a los Estados Unidos de América.

Estas colonias formaron en su momento parte de los territorios británicos en América. Eran enclaves agrícolas de habla inglesa, religión protestante y leyes muy similares entre sí. Se vinculaban con la metrópoli europea a través de un sistema mercantilista, en las que el gobierno central administraba rigurosamente los bienes de las colonias en beneficio de la población residente en Europa.

Sin embargo, a partir de 1750 las distintas colonias comenzaron a interrelacionarse y colaborar entre sí, pudiendo eventualmente prescindir de la Gran Bretaña. Así se allanó el camino para la Revolución estadounidense y la independencia.

Además de las Trece Colonias, Gran Bretaña tenía una docena más de territorios controlados en el llamado Nuevo Mundo: las Indias Occidentales Británicas, Terranova, la provincia de Quebec, Nueva Escocia, Isla del Príncipe Eduardo, Bermuda, y el este y oeste de Florida.

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¿Cuáles eran las Trece Colonias?

Estas trece colonias eran

  • Massachusetts (fundada en 1620)
  • Nueva Hampshire (fundada en 1623)
  • Rhode Island (fundada en 1636)
  • Connecticut (fundada en 1636)
  • Nueva York (fundada en 1664)
  • Pensilvania (fundada en 1681)
  • Nueva Jersey (fundada en 1664)
  • Delaware (fundada en 1638)
  • Maryland (fundada en 1632)
  • Virginia (fundada en 1607)
  • Carolina del Norte (fundada en 1653)
  • Carolina del Sur (fundada en 1670)
  • Georgia (fundada en 1732)

¿Cómo surgieron las Trece Colonias?

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Jamestown, fundado en 1607, fue el primer asentamiento británico.

El primer asentamiento permanente británico en territorio americano fue Jamestown, Virginia, en 1607, mucho antes de que Virginia se convirtiera en Colonia Real en 1624. Antes de que esto último ocurriera, los asentamientos de colonos puritanos fundaron Plymouth, en 1620, y New Hampshire en 1623.

La población de estas colonias iniciales era diversa, compuesta por colonos y agricultores de diversas nacionalidades británicas y europeas: escoceses, irlandeses, alemanes, flamencos y hugonotes franceses.

En muchos casos se trataba de perseguidos religiosos que veían en el Nuevo Mundo el chance de empezar de cero en un territorio alejado del poder de la iglesia y de la corona. También, en las adyacencias de estas colonias la corona sueca fundó sus propios asentamientos en el siglo XVII, que luego fueron conquistados por los ingleses y asimilados a las Trece colonias.

Hacia 1770 muchas de estas colonias eran ya centros urbanos con periódicos, tiendas, comercios y artesanos, en constante expansión, fruto de la migración europea y de las generaciones nacidas en suelo americano. Estas últimas nunca habían tenido una aristocracia feudal como la europea, dado que la tierra era abundante y cualquier hombre libre era bienvenido a cultivarla.

Antecedentes de la independencia de EEUU

Debido a su baja rentabilidad y productividad (en comparación con las colonias británicas del Caribe), el gobierno británico consideró práctico otorgar a las Trece Colonias cierta autonomía, para que pudieran administrar sus recursos de manera más eficiente.

Podían tener su propio sistema de gobierno local, en el cual se dieron incluso casos de votaciones, aunque la mayoría de los gobernadores coloniales provenían siempre de la designación de la corona.

Por otro lado, las leyes aprobadas por el parlamento británico en Europa tenían validez y vigencia en los territorios americanos, aunque las colonias no tuvieran ni voz ni participación alguna en dichas decisiones. Este sistema, basado en las dinámicas del mercantilismo, causó no pocas molestias entre los colonos americanos.

Causas de la independencia de EEUU

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Gracias a la colaboración entre las colonias, en 1776 se declaró la Independencia.

Las causas de la Guerra de Independencia que comenzó en 1775 (con la Declaración de la Independencia en 1776) pueden resumirse en:

  • Ausencia de representación colonial en la toma de decisiones del gobierno británico, especialmente luego de finalizada la guerra contra los franceses en 1763, en la que muchos milicianos americanos destacaron.
  • Leyes y restricciones impuestas por la corona británica a sus territorios coloniales, que iban en detrimento de las economías locales y favorecían a la metrópoli.
  • El contacto y la colaboración entre las Trece Colonias que empezó desde 1750 a darse, lo que les permitió desarrollar una identidad común y prescindir de Europa.
  • Las ideas emancipatorias y libertarias que la Ilustración Francesa había puesto de moda en la época.
  • El estallido de las protestas populares a lo largo de las Trece colonias y la respuesta brutal de la Corona Británica que avivó las tensiones hasta detonar un conflicto armado.

Consecuencias de la independencia de EEUU

Las consecuencias de la independencia de las Trece colonias, similarmente, pueden resumirse en:

  • La explosión de un conflicto armado entre Gran Bretaña y sus colonias americanas, que finalizaría en 1789.
  • La creación de una nueva nación americana: los Estados Unidos de América, una vez finalizada la guerra.
  • La implantación en la joven nación de nuevos ideales ilustrados y republicanos, en materia social y política, permitiendo la federación y la redacción de la primera constitución (1787) y la “Carta de derechos” (1789).
  • Se produjo una sociedad que mitificaba sus orígenes peregrinos y establecía la igualdad de derechos de nacimiento, aunque no abolió la esclavitud hasta muchos años después.
  • Se dio inicio al poblamiento y la expansión territorial de los Estados Unidos a lo largo de América del Norte.
  • Se fundaron las tendencias políticas opuestas que, casi cien años después, dieron lugar a los bandos enfrentados en la Guerra de Secesión (1861-1865).

La Revolución Industrial

revolucion industrial - fabrica


Se conoce como Revolución Industrial a una época de transformaciones profundas y radicales en lo económico, social y tecnológico que comenzó en la Europa del siglo XVIII, específicamente en el Reino de la Gran Bretaña, y que se extendió a lo largo y ancho de Europa y de los Estados Unidos, finalizando a mediados del siglo XIX y comienzos del XX.

Los cambios suscitados en esta época fueron tan radicales que únicamente se los puede comparar con los vividos por la humanidad en el Neolítico, y pueden resumirse en el abandono de un modelo agrario de comercio, trabajo y sociedad, en pos de uno urbano, mecanizado e industrializado.

La piedra angular de esta revolución lo constituyó la tecnología, específicamente la aparición del ferrocarril y posteriormente de la electricidad, que modernizó las técnicas laborales y agrícolas basadas hasta entonces en el trabajo manual y las bestias de carga, respectivamente. Esto impactó en el producto interno bruto de las naciones y representó un crecimiento sostenido de la riqueza y un cambio permanente en el modo de vida de las grandes masas como nunca antes se había vivido.

La Revolución Industrial suele dividirse en dos etapas: una Primera Revolución Industrial, que inicia alrededor de 1760 con la aplicación del modelo de fábricas textiles en una Gran Bretaña gobernada por la monarquía liberal no absolutista; y una Segunda Revolución Industrial, caracterizada por una aceleración de los cambios producidos por la nueva tecnología en la sociedad europea, que inicia alrededor de 1850 y culmina con el comienzo de la Primera Guerra Mundial en 1914.

Causas de la Revolución Industrial

Los antecedentes de la Revolución Industrial tuvieron que ver con el Renacimiento de la cultura europea tras la Edad Media y su ingreso a la Época Moderna, lo cual representó una nueva valoración de las ciencias y los saberes, ya libres del yugo de la fe, centrados más bien en la razón humana (consecuencia a su vez de la Revolución Científica del siglo XVII).

Otro desencadenante vital fue el capitalismo, que ya había empezado a instaurarse gracias a las Revoluciones Burguesas y al abandono del Antiguo Régimen. El pensamiento liberal, que imperaba en las naciones de monarquías no absolutistas, de la mano del espíritu del protestantismo y de la necesidad de producir los propios bienes de consumo, dada la disminución en las importaciones que ocasionaron las Guerras Napoleónicas y las Guerras de Independencia americanas, condujo a una necesaria alianza entre los agricultores y los comerciantes, que ocasionaría un auge demográfico y la disponibilidad de nueva mano de obra.

Consecuencias de la Revolución Industrial


Las consecuencias de la Revolución Industrial fueron tremendas e irreversibles en la historia de la humanidad. Entre ellas podemos enumerar las siguientes:

  • Cambio radical del modelo de vida. Las mejoras en los sistemas de producción y de comercio sentaron las bases de la producción en masa de bienes, lo cual significó la aparición de nuevos empleos y la generación de riquezas en la masa. Esto incidió en el aumento de la natalidad y de la esperanza de vida (explosión demográfica), además de un notorio éxodo rural hacia las urbes.
  • Nuevos transportes. La tecnología a vapor, inicialmente, y luego el motor de combustión y la electricidad, permitieron nuevos métodos de transporte que redujeron significativamente los tiempos de espera por la mercancía y permitieron la movilidad humana a velocidades jamás sospechadas.
  • Surgimiento de las ideologías de izquierda. La predominancia de la burguesía como dueña de los medios de producción, y su explotación de la mano de obra de los obreros industriales y campesinos empobrecidos, marcó el surgimiento del sindicalismo, el socialismo, el anarquismo y el comunismo.

Inventos de la Revolución Industrial

Revolución Industrial
Los trenes son la figura emblemática y fundamental de la Revolución Industrial.

Algunos de los más importantes inventos que tuvieron lugar durante la Revolución Industrial fueron:

  • La máquina a vapor. Construida por primera vez en 1768 por James Watt, esta máquina capaz de convertir el calor de una caldera alimentada por carbón en fuerza de movimiento dio origen a los trenes, los barcos a vapor y otros mecanismos de producción mucho más potentes y veloces.
  • Los trenes. Figura emblemática y fundamental de la Revolución Industrial, el tren acortó los tiempos de traslado de personal y mercancía, unificó pueblos lejanos y cambió para siempre el modo en que pensamos la distancia.
  • El bombillo. Ideado a principios del siglo XIX, fue quizás la aplicación práctica de la electricidad que mayor impacto tuvo en los hogares europeos. Hasta entonces la iluminación se producía mediante la quema de gas o de combustible, y la bombilla eléctrica supuso la posibilidad de alumbrar las noches y extender los períodos útiles del trabajo y de la vida.
  • La máquina de hilar. Este aparato revolucionó la producción de textiles, que hasta entonces se daba manualmente y de manera artesanal, permitiendo que varias hilanderas pudieran trabajar al mismo tiempo, maximizando la producción textil. Poco después se dieron los primeros pasos en la relativa automatización del proceso.

Segunda Revolución Industrial

La Segunda Revolución Industrial ocurrió entre 1850 y 1914, y supuso el desarrollo de grandes y revolucionarios inventos en materia de transporte (motores a combustión, aviones) y telecomunicaciones (telégrafo, teléfono, radio). Su impacto fue aún mayor que el de la Primera Revolución Industrial y cambió para siempre los modelos de trabajo, educación y convivencia ciudadana.

Además, condujo a una llamada primera globalización, en la que la economía se internacionalizó y expandió su influencia sobre los territorios no alcanzados en la explosión anterior.

La Ilustración

 En la historia de Europa, la Ilustración fue un movimiento cultural e intelectual surgido en Francia, Inglaterra y Alemania a mediados del siglo XVIII. Hasta el siglo XIX trajo consigo profundos cambios en la cultura y sociedad de la época, razón por la cual al siglo XVIII se le conoce como el “Siglo de las Luces”.

Su principal objetivo era combatir la ignorancia y el fanatismo religioso “mediante las luces del conocimiento y de la razón”. Los pensadores ilustrados sostenían que, mediante el uso de la racionalidad y la acumulación de saberes, la humanidad podría combatir la superstición, el oscurantismo y la tiranía.

Así, la Ilustración se proponía avanzar hacia un mundo más próspero y más justo. De esta manera se asentó la fe en el progreso en el seno de la cultura Occidental, lo cual puede comprenderse como consecuencia de la creciente celebración de la razón humana, iniciada con el Renacimiento.

El pensamiento ilustrado se extendió por toda Europa, especialmente entre la burguesía y parte de la aristocracia, a través de los medios impresos y de las reuniones sociales. También fue difundida por intelectuales y divulgadores que escribían sobre cienciafilosofíapolítica y literatura.

Características de la Ilustración

ilustracion caracteristicas ciencia
La Ilustración confiaba en la razón y la ciencia.

En líneas generales, la Ilustración se caracterizó por:

  • Apostar abierta y totalmente por la razón humana y el progreso como las vías para construir una sociedad mejor, más justa y más feliz. Ello significaba valorar los saberes humanos y divulgarlos a la sociedad entera, así como el combate contra la ignorancia, la superstición y el fanatismo religioso.
  • Tener una mirada antropocéntrica del mundo (o sea, centrada en el ser humano, sus capacidades y necesidades), lo cual desemboca en una actitud pragmática ante la vida: sólo lo útil es digno de esfuerzo.
  • Asumir la tradición de manera hipercrítica, lo cual condujo a una posición reformista, es decir: los pensadores ilustrados asumían la herencia del pasado de manera crítica y escéptica, por lo que eran propensos a corregirla, enmendarla o modificarla, en lugar de ser reverentes y respetuosos.
  • Sostener una postura optimista frente a la vida (en franco contraste con la tradición culposa medieval), que partía de asumir al ser humano como una criatura naturalmente bondadosa, aunque posteriormente corrompida por la sociedad.
  • Un enfoque laico y secular de la sociedad, que relegaba a la religiosidad y a la Iglesia de la conducción de la sociedad y de la administración de los saberes: educación laica, fe en la ciencia, y la consideración de cualquier saber no proveniente de la razón como meras supersticiones.
  • Oponerse a la tiranía y al absolutismo monárquico, a favor del republicanismo y del establecimiento de una sociedad más libre e igualitaria, propia de las sociedades burguesas que surgirían más adelante. Esto implicó también oponerse a la sociedad de castas heredada del Medioevo.
  • En su seno tuvieron origen distintos movimientos filosóficos y culturales, como fueron el Racionalismo, el Empirismo, el Materialismo, el Idealismo, el Enciclopedismo y el Universalismo.

Contexto histórico de la Ilustración

La Ilustración se halla conectada y emparentada con el siglo XVI y XVII, específicamente con el período conocido como la Era de la Razón, dado que en él se dieron todos sus antecedentes filosóficos.

Dicho período presenció las guerras religiosas europeas que enfrentaron a católicos y protestantes, que culminaron con la Paz de Westfalia en 1648. Europa quedó sumida en un clima de inestabilidad, en el que se tenía a las revelaciones religiosas individuales como la fuente genuina y principal de conocimientos. En ese entonces, alrededor de un 70% de la población europea era analfabeta.

Sin embargo, ese panorama no tardó en cambiar, a medida que tuvo lugar la Revolución Científica, gracias a la obra de científicos como Galileo Galilei (1564-1642), Blaise Pascal (1623-1662), Gottfried Leibniz (1646-1716), e Isaac Newton (1643-1727), cuyo aporte en la sustitución de un mundo religioso por uno científico sembró las semillas que luego recogería la Ilustración.

El siglo XVIII marcó el inicio de las Revoluciones Burguesas, esto es, el inicio de la caída del Antiguo Régimen y de la Monarquía Absolutista, que culminaron en la década de 1770.

Posteriormente se dio una transformación profunda de los modelos económicos, políticos y sociales de Europa y Occidente, con el advenimiento de la Revolución francesa, la Revolución estadounidense, y la Revolución industrial en Inglaterra.

Representantes de la Ilustración

Idealismo - René Descartes
René Descartes es considerado el padre de la filosofía moderna.

Entre los principales representantes del pensamiento de la Ilustración destacan:

  • René Descartes (1596-1650). Filósofo, físico y matemático de origen francés, considerado el padre de la filosofía moderna, y uno de los pensadores fundadores del Racionalismo, cuyo rol en la Revolución Científica fue central y que inspiró a generaciones venideras de filósofos ilustrados, como Baruch Spinoza o David Hume.
  • Francis Bacon (1561-1626). Conocido filósofo, político, abogado y escritor inglés, considerado el padre fundador del Empirismo filosófico y científico, así como el autor de las reglas del Método científico experimental. Además, fue el primer ensayista de su país.
  • Immanuel Kant (1724-1804). Uno de los filósofos más importantes de la tradición occidental, fue el fundador del criticismo y su máximo exponente, y precursor del idealismo alemán. Su Crítica de la razón pura es considerado un texto que cambió para siempre la historia del pensamiento filosófico occidental, y que aún goza de vigencia.
  • John Locke (1632-1704). Médico y filósofo inglés, padre del Liberalismo clásico y uno de los filósofos más influyentes de la escuela empirista británica. Es destacada su contribución a la teoría del Contrato social, influenciado por la obra de Bacon, y asimismo su propio pensamiento fue influyente tanto en Voltaire como en Rousseau.
  • Voltaire (1694-1778). De nombre completo François-Marie Arouet, fue un escritor, filósofo, historiador y abogado francés, perteneciente a la francmasonería y uno de los más representativos autores de la Ilustración francesa. Miembro de la academia francesa, publicó su obra bajo el seudónimo “Voltaire”, cultivando la literatura y la filosofía bajo un punto de vista hipercrítico y un finísimo sentido del humor.
  • Jean-Jacques Rousseau (1712-1778). De origen suizo, este escritor, filósofo, abogado, músico, botánico y naturalista fue una de las mentes más brillantes de la Ilustración, a pesar de que sus obras le ganaron la enemistad de Voltaire y de otros filósofos de la época. Es considerado un precursor del prerromanticismo y un ensayista lúcido, siendo El contrato social (1762) una de sus obras más celebradas.
  • David Hume (1711-1776). Filósofo, economista e historiador de origen escocés, se le considera uno de los pensadores más importantes de la filosofía occidental, cuya obra estuvo fuertemente influenciada tanto por empiristas (Locke, Berkeley) y racionalistas (Descartes, Malebranche), y sentó las bases para el positivismo lógico y la filosofía de la ciencia.
  • El Barón de Montesquieu (1689-1755). O simplemente Montesquieu, fue como se conoció a Charles Louis de Secondat, filósofo y jurista de origen francés, a quien se atribuye la articulación de la Teoría de separación de los poderes, fundamental en toda constitución republicana. Su obra es muy cercana al pensamiento de Locke, aunque también se lo vincula con Saint-Simon y el socialismo, aunque se admite que su pensamiento es muy complejo y dotado de una personalidad propia.

Consecuencias de la Ilustración

ilustracion consecuencias despotismo ilustrado catalina II
Monarquías como la de Catalina II se guiaron por los valores de la Ilustración.

Entre las consecuencias de la Ilustración figuran las siguientes:

  • La difusión del pensamiento cientificista y racional a lo largo y ancho de la sociedad europea, influenciando estilos artísticos e inaugurando doctrinas filosóficas, y marcando para siempre la idea del progreso en el curso de las ideas en Occidente. Esto permitió que las instituciones religiosas perdieran aún más su poder sobre la sociedad.
  • Su cuestionamiento de la tradición y las estructuras heredadas del pasado inspiró a las revoluciones que entre los siglos XVIII y XIX barrieron con el Antiguo Régimen, independizaría las colonias americanas de Europa (Estados Unidos y las repúblicas hispanoamericanas) y fundaría el mundo industrial en detrimento del agrario (la Revolución industrial).
  • Las ideas de la Ilustración propiciaron la Revolución Francesa de 1789, y, para evitar un estallido semejante, las demás monarquías de Europa intentaron el Despotismo Ilustrado: un régimen absolutista que intentaba guiarse por los preceptos políticos y filosóficos de la Ilustración, sin ceder en el camino su control del poder.

La Ilustración y la Enciclopedia

La idea de reunir en una misma obra impresa todo el conocimiento racional sistemáticamente organizado se le presentó a los pensadores de la Ilustración como una herramienta fundamental para combatir la superstición y la ignorancia.

Así nació el proyecto enciclopedista, cuya gran obra fue la Enciclopedia o Diccionario razonado de las ciencias, las artes y los oficios, conocida popularmente como La Enciclopedia.

Esta obra divulgativa se publicó en 17 tomos, entre 1751 y 1772. Fue obra de los franceses Denis Diderot y Jean Le Rond d’Alembert, pero contó con la colaboración de numerosos pensadores ilustrados, como Voltaire o Rousseau, quienes redactaron numerosos de sus artículos. Esta fue la primera de una larga historia de enciclopedias por venir.